El camino hacia la felicidad no apunta a un estúpido hedonismo, sino a la asunción consciente de un reto. Se nos aconseja sobre cómo mantener la forma fisica, ganar dinero, o desarrollar la autoestima. ¿Cuál es la manera de incrementar la calidad de la experiencia?.
Debemos preguntarnos; ¿qué es lo que realmente nos hace felices?, ¿qué es lo que hace que la vida merezca la pena de ser vivida? ¿Cómo imaginas que podrías darte el permiso de vivir en “estados de experiencia óptima” -esos momentos en los que uno se siente poseído por un profundo sentimiento de gozo creativo, momentos de concentración activa, de percepción del presente? Fluir, reconocer sus características; potenciar este sentimiento de fuerza, control sin esfuerzo, rendimiento máximo, superación del ego limitado…, cuando el mismo tiempo parece desaparecer, y con él los conflictos emocionales. Descubrir la creatividad y alcanzar la propia calidad de vida.